martes, 4 de diciembre de 2018

ENTRE TU CUERPO Y EL MÍO



                                                                                                       Por María Solá Oteyza



Entre tu cuerpo y el mío

no hay distancia 

no hay escala de grises,

ni comienzo de invierno,

ni algo oculto que sea cierto

y merezca la pena contar. 

Entre tu cuerpo y el mío

no hay momentos moribundos,

autopsias fracasadas, 

codazos traicioneros a quemarropa.

Entre tu cuerpo y el mío

no hay madrugada calurosa,

ni libros por la mitad,

ni cartas mal firmadas. 

Entre tu cuerpo y el mío

hay millas soleadas, 

cuentos de barro,

un álbum repleto de notas

(que, ya va siendo hora)

deberías borrar. 

Entre tú cuerpo y el mío...

No sé si hubo algo. 

O qué fue, de tu cuerpo y el mío.

¿Era un cuerpo inventado?

¿Fue un cuerpo de los dos?

Qué pasó, con tu cuerpo y el mío.

¿Dónde lo enterraste?

¿Sufrió mientras seguía vivo?

Lo que hay entre tu cuerpo y el mío

es un vacío en el que todo el mundo cabe.

Es silencio es fractura. 

Es el vaso mal lavado 


donde enjuagan los pinceles el dolor.