martes, 2 de abril de 2019

JORGE LUIS BORGES SOBRE CHARLES CHAPLIN





  El 9 de setiembre de 1933, Jorge Luis Borges dedicó un artículo en el diario “Crítica” a alguien a quien admiraba porque lo ayudaba a prolongar la infancia, a creer que todo, fábula o evidencia, es realidad. Este ciego capaz de verlo todo, sabía dar vuelta la baraja de lo cierto y lo posible, de lo sublime y lo grotesco, habitaba los dos lados de la estrella, y sabía que sólo son absolutamente desgraciados los que no sienten cuándo es la sonrisa y cuándo la lágrima, por ese escribió este texto sobre Carlitos.


 Chaplin es el artista más humano de nuestro tiempo. Es él y su caricatura. Lo que nos ha sucedido, lo que nos puede suceder, lo que nos debía suceder, ya lo sabemos. Ni agresivo ni grosero, ni melodramático, ni festivo, Carlitos es real en la cena hipotética de La quimera del oro, cuya Danza de los Panes no tiene, sin duda, equivalente. El bello es casi siempre tonto, como el feo casi siempre inteligente. El pobre, casi siempre bueno, como el rico, casi siempre egoísta. Nunca se es completamente feliz. Siempre nos suele traicionar un gesto, una caída lamentable, un resbalón cualquiera. Contra la solemnidad y contra la crueldad. Con tan escasos elementos trabaja el más grande artista del mundo. Pero siempre con un telón de fondo, que es el camino. El camino que va a cualquier parte. Y que nos salva. El camino que continúa como la vida y la muerte.

 Acaso el hombrecito de la Chaplin´s Troupe, que heredó los zapatones del caballerizo no dé ninguna importancia a su arte. Acaso él sabe que sólo prolonga en la tela el transcurrir cotidiano, pobre relato en el misterio de la vida y la muerte. Y lo terrible del desencuentro, como aquellos dos desgraciados que están de pronto separados por lo infinito de una puerta de Montepío. ¿Estuvo Carlitos en Buenos Aires haciendo en un teatro de variedad la pantomima del Tingel-Tangel? ¡Pero está aquí con nosotros, está en nosotros! Está, como nosotros dentro del Tingel-Tangel, esta universal pantomima que contagia a todos el irremediable baile, en tobogán de un destino irremediable. Carlitos sabe que la civilización ha complicado y entristecido la vida del hombre. Los precios, las fronteras, las costumbres, el límite a la libertad, las prohibiciones y las condenas. Carlitos sabe que hay un policía que es nuestro enemigo, un patrón que es nuestro enemigo y un comerciante que es nuestro enemigo. Carlitos es un subversivo. Por eso Lenin confesó que quería conocerlo personalmente.

Link: https://www.youtube.com/watch?v=wfYulwGpj9Q

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