CORAZON DEL VERTIGO
Soltate, si lo mismo te vas a caer.
¿Qué esperás para soltarte?
Considerá que lo tuyo no es siquiera cobardía:
es algo peor: hábito.
¿Te soltarás de una vez por todas?
Soltate, te digo.
Si no te soltás, yo te empujo eh
Date cuenta: por fin ha sucedido: estás cayendo y te estás cayendo.
No no, no sos un héroe por eso, ni sos una víctima.
¿Nadie te avisó que la Vida consiste en soltarse
o en caerse
o en dejarse empujar
o en algo así?
((
La Vida, ¿consiste?
Silencio, por favor. Otra vez nosotros, enredados en la vanidad del palabrerío.
¿Y si no hacemos silencio?
Lo mismo da: el abismo tiene más paciencia que la perseverante obstinación de las palabras. Sabe esperar el silencio. Sabe esperar el abismo.
Vamos, dale, soltate
si lo mismo te vas a caer
si ya estás cayendo.
Ya te empujé, soltate.
))