En esta fiesta calibanesca de compartir textos que nos llegan de distintas partes de esta Patria Grande que defendemos a palabra limpia y armados de sueños hasta los dientes, presentamos hoy un fragmento del poemario inédito “Sin saliva”, de este amigo mexicano que tiene el bolsillo lleno de relámpagos.
Perderme, desesperarme, encontrarme
en tu mirada, en tu aliento, en tu cuerpo
moverse, desvanecerse, ocultarse
en tu nariz, en tu oído, en tu silencio
destruirme, crearse, invadirme
en tus manos, en tus muslos, en tu espalda
no he escrito
los momentos pasan, se quedan
y se van.
Veo en sus ojos mis ojos extraviados
en una mirada que no me pertenece
escucho a mi lengua
trata de inventar, quiere engañar
dislocarse, perturbarse, dispersarse
he dejado de grabar mis alaridos en tinta
extraño el olor del punto final
cuando el verso te ha destruido
y solo queda en tu pecho
un hueco que palpita.
Cuando destrozo al amor
con las mismas manos
con las que acaricio la muerte
mi piel muta, "cambio de piel"
mi oído pierde consistencia
se queda seco.
No hay sonidos que
reboten
no hay eco que me mienta.
