martes, 3 de diciembre de 2019

POEMAS DE ROCIO LARIA



Nació  1993 y es oriunda de Laprida.  Desde hace algunos años reside en La Plata donde cursa sus estudios en la Escuela de Danzas Clásicas de dicha ciudad. En 2017 publicó su primer libro de poesías “Autopartes del Naufragio”. Las siguientes poesías pertenecen a su próximo libro  “Poesías para Abrir” que verá la luz en Diciembre de este año. 



Volver a la raíz
Es volver sin haberse ido
En todo caso
Será quizás atender la raíz
Que está siempre volviendo,
Devolviéndonos.

O resignarse al encuentro
con la insinuación
De lo que fuimos
Antes de ser lo que somos.

Pero es la raíz la que vuelve,
Raíz que regresa
Para tomarnos
Y desnudarse así con carne
Ineludible y nuestra, carne.

Es la raíz que regresa
Sin haberse nunca ido
Es la raíz que emerge
De lo que creemos que somos
Para callarnos
Con una historia más larga.

Es la raíz que emerge
Como una piel
Que reclama volver a vestirnos.



Soy cuerpo
Y soy palabra.

Soy la palabra      cuerpo
Y a la vez el cuerpo
Inaprensible al nombrar.

Soy danza
y soy poesía
Que se confunden y se mueven
Sigilosas en mis días.

Y por serme,
no han de ser
necesariamente claras
ni fáciles de atrapar.

Sin embargo
me captura
la placentera sensación
de poder decidir
quien soy
por hoy.

Soy danza.
y soy poesía


Líbrame del veneno en mis palabras
Y que no funcione como horca
Ya ninguna de mis cuerdas
Ni vocales
No me dejes herir a nadie
Con esta voz.
Líbrame del poder de destruir
Un instante,
Del fusil de mis palabras
Cuando disparan dispersas
Esperando el coágulo
De la herida.
Déjame antes me desangre
Pero libera 
mi garganta
de toda víctima.



Esta noche, 
Treparé la cornisa de tu indiferencia
y la estrangularé con máquinas de escribir.
Ojalá te despierten
 los ruidos de la avenida en la madrugada
   para contarte que me he ido.
Que no hay nadie en tus bolsillos. 
Te imagino...
 balbuceando,
 hundiendo una por una tus réplicas en la almohada. 
Te imagino

repartiendo tu insomnio plateado, 
preguntando a los electrodomésticos que ha sido 
de tu simple felicidad. 

Mañana,
cuando te vistas,
estrenarás una soledad nueva. 
Y lucirás hermosa,
como una tempestad en   agonía,
como una decisión  en el tren.