jueves, 7 de mayo de 2020

INÉDITOS DE LINA AVELLANEDA



¿Poemas? ¿canciones? Poco importa el rótulo de estos textos escritos por Lina Avellaneda, estos versos que tienen nostalgia –el relente de días no olvidados-, pero también la decisión de seguir soñando un futuro que ampare la vida herida en pedazos. Tiene una larga trayectoria como cantora, se formó en armonía y composición estudiando con Sebastián Piana, grabo casi una decena de discos, sus poemas fueron musicalizados por Juan Falú, Virgilio Expósito, Daniel Binelli y Antonio Tarragó Ros, entre otros. Hizo espectáculos con Armando Tejada Gómez, Rubén Juárez, Antonio Agri y Raúl Carnota, por mencionar sólo algunos compañeros de andanzas. Envió a CALIBÁN estos versos que quizá mañana sean canciones, pero que hoy pueden ser leídos como poemas.


PULSIÓN

De donde viene esta pulsión insana
tan loca, tan raída, y aun amada,
de seguir arrimándole la ficha
al porvenir de todos o a la nada.
Dónde quiere llegar su desatino
porque riega de flores del camino
si están volviendo a pisotear la senda
diciendo que son cosas del destino.

Estribillo
Y le pongo dos alas a la infancia
allí donde más canta la mirada
para volar con todos hacia el sitio
donde están las razones más amadas…
esta pulsión se llama vida y tiene
raíz de hierro y porvenir con alas.

Rompe la reja de mi boca a fuerza
tuerce el candado de mis manos buenas
ella acalla las dudas y las penas
obscena se hace grande y me doblega.
Bendigo esta pulsión que me hace fuerte
aunque yo sea más frágil que la muerte,
seguro la he heredado de vos, vieja,
de vos, Graciela y de unos ojos verdes.


GRACIELA

No sé bien porque hoy me asaltaron las ganas
de salir a pensarte, de acunar tu mirada,
de escribir en el aire, de jugar en la nada,
de cantar con las manos, de abrazarte en el alma.

De bailar en el negro de tus ojos profundos,
de reír en tu pelo generoso y oscuro
deshojar margaritas, perseguir panaderos
y creer en aquello de desear tres deseos

Ves hermana, no lloro,
esta vez te hago caso
la fuerza de otros brazos
subliman cualquier llanto
Como dijo el poeta
en el mes de los pájaros
un octubre te fuiste
pero en mí estás cantando.


AIRE

Por querer, quiero el aire
porque en él viajan voces
tiñendo de colores
y amores el paisaje.

Por querer, quiero el aire
con el humo celeste
dibujando arabescos
de suspiros de madre

Y si el aire está limpio yo levanto mi vuelo
exhalando deseos suicidados de tiempo
y si hay aire viciado aun así me sustento
él me empuja y me alienta a inventarme otro cielo
él se atreve a cantarme y me salva de nuevo

Por querer, quiero el aire
y lo quiero hasta siempre
el vacío es el sitio
donde mueren los viajes.

Por querer, quiero el aire
libre, eterno en el tiempo
y es el aire de todos
y por eso lo quiero.


LO SE TODO MI AMOR

Sé que la luz de esa estrella
se apagó hace tiempo,
y aunque mire la luna
no todo es tan bello.
Que el cielo azul de esta noche
tiene nubes negras,
si en la mesa falta el pan,
sobra la vergüenza.
Lo se todo y más, mi amor
sé que es cosa seria
que hay un mundo en pañales
lleno de miseria.
No hace falta que lo digas
a mí me estremece
y aunque riego los gajos
no siempre crecen.
Vengo del puño cerrado
disparando sueños
llevo la voz en cuello
collar eterno.
Se que algún día vendrán
por cientos de atajos
miles de versos de amor
solo a destajo.



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