DIARIO DE UN XENOIDE COLECCIONISTA
De las formas
que hemos seleccionado
para este zoológico
hay una que hace chirridos
No se entiende la voz
o ha mutado
o nosotros
no entendimos la miseria
/del universo
que arroja cada vez más alimañas
cuya matemática inexpresiva
degrada la tecnología
Como el tiempo y el espacio obturados
por un sistema
que
/apenas
podemos percibir
Seres
que buscan llegar a algún punto
y quedan suspendidos en el vacío
/de ellos mismos
Y acá están chirriando
sin que podamos
/comprender
si son capaces de ver
/o tocar
a quienes
/los están mirando
COSMISMO
Despertar a todos los muertos
Despertar a los desaparecidos
A las ánimas a las que rezamos todas las noches
Los antepasados ahora reviven por genealogías
Y los padres de los padres de los padres
Pasan a implante en distintos planetas
Fantasmas que deambulan entre soles distantes
Y la inmortalidad no es el elixir de los espectros
Sino la condición de supervivencia
Que visitamos en nuestros viajes
Porque la muerte no existe
Y el aburrimiento sideral
Un nuevo existencialismo
En el que la vida y el tiempo
La forma de la banalidad
Y morir sería
El privilegio del inmortal
EL MONSTRUO DEL CÁSPIO
fue como un gigante desmoronándose en la plaza del mediodía.
“Capsicum”. Tavie Mariani
El ekranoplano como madre antigua
que todavía puede parir
fue a desovar sus huevos a una playa desierta
y allí quedó encallado
perdiendo la respiración poco a poco
Inmenso al ojo como el Leviathan de Hobbes
o como las estatuas de Lenin y Stalin también encalladas
en la playa desierta de la Historia
Curiosos cartílagos flamígeros de imposibles aniquilaciones
vibran con sus pulmones cansados
La piel de cetáceo azul secándose al sol
tan obsoleta y plomiza como obús vacío de tripas
Alguno de sus vástagos sobrevivirá
arrastrándose cual oruga
y así llegará a otro mar
para perderse de nuevo
Para crecer en algún recipiente
menos profundo
menos cabal
menos trágico
Supongamos ahora un Lada con decoración kitsch
pintado en colores psicodélicos
(solo para acentuar el efecto de anacronismo)
en el que una noche de 1998
concebimos a nuestra hija
Julián Axat (Argentina, La Plata, 1976). Publicó: Peso formidable (2003); Servarios (2005); Medium (2006); ylumynarya (2008); Neo o el equipo forense de sí (2010); Musulmán o Biopoética (2013); Rimbaud en la CGT (2014); Offshore (2017). Cuando las gasolineras sean ruinas románticas (2019), Perros del Cosmos (2021). Armó las antologías: Si Hamlet duda, le daremos muerte (2010), La Plata Spoon River (2014). Hasta el 2015 dirigió la colección de poesía Los Detectives Salvajes, de la editorial libros de la Talita Dorada. Autor del ensayo El Hijo y el Archivo (2020) Su poesía ha sido traducida al italiano, francés e inglés. Figura en antologías como Resistencia en la tierra (2014), Giovane poesía latinoamericana (2016); Atlas de poesía Argentina (2017), Antología federal de poesía (2019), entre otras.