viernes, 11 de septiembre de 2020

MURIÓ SALVADOR ALLENDE. Un poema de Paco Urondo

 


Murió Salvador Allende y se abrieron

otra vez las heridas apocalípticas de Nicaragua,

de Brasil, de Guatemala, de Bolivia, de todo el territorio

sur y central del continente. Las montañas se hundieron,

los ríos

se secaron; murió Pablo Neruda y todas las palabras

cambiaron de significado; el Perro Olivares, tal vez

el Negro Jorquera, tan

risueño, la clase trabajadora

fue asesinada en todo el mundo y nadie

salió a defenderla en Chile y ella apenas sabía

hacerlo cuando el exterminio

es la voluntad del ejército imperial. Y ya se han secado

los ríos, las montañas se han derrumbado, las vacas

y las iguanas han abortado pájaros muertos en pleno

vuelo, la lengua

entera se ha quedado sin respiración, sin campesinos, el aire

sin luz, porque murió con su gente Salvador Allende,

intrépido

como un muchacho, con las armas en la mano

como era de esperar ante tanta desgracia que se avecinaba.


Presentación

Una forma distinta, propia, de mirar la realidad y contarla. Sumate a este proyecto de periodismo gráfico y audiovisual, para defender c...