ALICIA
Una mujer llamada Alicia
se dice mi madre
fija mi nombre
en un padrón de enfermería
me sostiene
me amamanta
me asfixia
con el oxígeno claro del origen
y su cuerpo
su cuerpo huele a infierno
su cuerpo huele
a oficina de correo
a tinta
su cuerpo huele
al pescado de las calles
que nada tiene que ver con las mareas
del mío sobresalen los ardores de la luz
y las costillas
es hoy la muerte.
MEZQUINA BÓVEDA DEL BOSQUE
Yo que a los ocho años empuñaba un arma
he buscado en esos bosques
y ahora busco en las siluetas de cartón
que los hombres pusieron
para que clavara allí una bala
te he buscado, digo
entre la inmensa y esotérica arboleda
pero la bóveda del bosque
siempre supo distraerme
marcó mi paso
con cabezas ancestrales
y trapos oscuros colgados de los cielos
Sagrada bóveda del bosque
me alzaron tus ramas
prometiendo algo que no llegué a escuchar
era tan leve la tarde
que caían pájaros niños a la tierra
y fue tan grande en mí
tan de mí
que a partir de ese chillido levanté toda mi infancia
como piedra
Mezquina bóveda del bosque
si notabas de lejos los minúsculos mapas de mis manos
por qué me salvaste de las balas perdidas de mi padre.
(sin título)
Necesito encontrar a los niños
que nacieron el día que nos conocimos
Quiero saber
si han desarrollado una patología
un trastorno
si el oxígeno doméstico con el que se atragantan
los debilita o les trae el alimento
si alguno tiene el pie llagado
o plano
si traen el pecho partido de antemano
o nace entero
Quiero saber si alguno de ellos tiene
rostro
Si llevan por nombre una invocación al nuestro
o a la muerte
Quiero saber dónde están los niños
que nacieron el día que nos conocimos
si duermen boca arriba desvalidos
si fueron escupidos de alguna constelación inmediata
o sólo se batallaron entre el barro
y los cuencos infectos de las plazas.