jueves, 28 de octubre de 2021

EPÍSTOLA A LOS ADICTOS por Leónidas Lamborghini

 


A los adictos al Poder. A los que no les sobran las palabras. A los que acaso han padecido impotencia y ahora están saliendo de eso. Hermanos: a los que después de haber tocado fondo están emergiendo ahora y escupen su palabra con fuerza sólo como alguien que acaso ha padecido impotencia puede hacerlo. Hermanos: a aquellos que están comenzando a balbucear su fuerza después de haber podido contra su no poder. A los que están ansiosos de Poder y se les está soltando la lengua y se están desembarazando de todo prejuicio y al mismo tiempo, en el mismo lugar en el que hablan de su alma fustigan al dirigente traidor, muestran las llagas de su país, de su época. Hermanos: a aquellos que emergiendo del fondo están desnudos en medio del tablado, pero no de coraje sino de máscaras. Hermanos: ¿y vendrán todavía a nosotros que estamos poseyendo la fuerza, naciendo a esta verdad a hacernos creer que todo se reduce a escribir bien? ¿Vendrán todavía a nosotros a hablarnos primeramente del “estilo”? ¿Y acaso podemos nosotros ser ahora arregladores de metáforas, diseñadores de imágenes? ¿Puede interesarnos a nosotros la cosmética de la Belleza? Hermanos: esto es lo que ahora no podemos. Y este no poder nos está trayendo a este Poder de ahora. Y nuestra palabra no es ni fea, ni bella: no es eso lo que nosotros buscamos, sino que SEA. Que nuestra palabra sea contra lo falso, contra la injusticia, contra las Grandes Instituciones de la Mentira. Hermanos: ¿y qué nos interesa entonces antes que nada?: -VER. Y después golpear con nuestra palabra en la llaga. Y nosotros no lloraremos por cierto sobre esas ruinas sino antes bien procuraremos que no quede piedra sobre piedra. Y si nuestra vida, si mostrar nuestra vida por el delirio o el conocimiento contribuye a esa tarea de demolición MOSTRÉMOSLA. Asumamos el PERSONAJE. Que nuestra palabra sea dura como un puño de piedra, libre del colgajo lírico-chirle.

Hermanos: a aquellos que no están dispuestos a seguir “dorando la píldora”; a aquellos que buscan hacer de la palabra un cetro de Poder antes que un elemento de la estética, porque eso se da por añadidura, a aquellos que vienen a dar ahora con toda la fuerza de su palabra; a los que fueron proscriptos y son proscriptos o van a ser proscriptos porque están dando su oráculo de rechazo, de no negociación, de basta de pactos. HERMANOS: cuidado; no capitulemos, aceptemos el sacrificio. HERMANOS: desde esta tarea en la que estoy un saludo a todos los hermanos que están en lo mismo. HERMANOS: QUE NUESTRO PODER NOS SOSTENGA.



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