Ya no tiene las cosas que tenía.
Ahora va sin nada en la mochila.
Ya no tiene un habano, una colina
una calle en Rosario
y eso de mirar el cielo boca arriba.
Ahora tiene una muerte en borceguíes
y unos cuantos soldados
con cara de perros que no entienden,
mirándole la muerte
tocándole la muerte con los dedos.
Ya no tiene las cosas que tenía.
Ahora está enterrado
en un lugar de gente con sombrero
con la barba de punta hacia lo alto
mirándose la muerte
con los ojos abiertos y ocho balas.
Lo llamaban el "Che"
por cosas de argentino.
Vaya a saber qué cosas
pasaron por su mente
qué ganas de morirse en la Argentina vaya a saber
qué umbral junto a la infancia qué rostro de mujer
bajo la lluvia
qué recuerdo
qué tango.
Ahora qué unos cuantos coroneles
con cara de perros que no entienden
le señalan con el índice que ha muerto unos viejos
campesinos color tiempo
pasan junto a su muerte.
Quizás haya un lugar
donde van a morir los comandantes
un lugar sin adioses ni fusiles
y quizás esté ahí
con el fusil mirando para abajo
fumando un cigarrillo.
Lo llamaban el "Che"
por cosas de argentino.
Ya no tiene las cosas que tenía.
Lástima no haberlo conocido.
Se acabó la diversión.
Esto no es joda.