lunes, 26 de diciembre de 2022

POEMAS DE EDUARDO MAGOO NICO

 


TODA JUVENTUD QUE RÍE…



La Lepido-Sirena-Paradoxa

(En mi pesadilla)

Me comía lentamente por el culo

¿Su audacia?

Introducir todo el rimero en la ranura

Fina/Rosada

¿Estrecha?

Toda la remembranza

Todo el imaginario de uno

En el fruncir del otro

(La cabeza como una antorcha en llamas)

Y junto a la aborrecible enfermedad del abrazo

(Encendido)

La arcada


Como una flecha lanzada contra Bora y Marea

Los hombres y mujeres de mi generación

Que habiéndose ya batido

Aún están dispuestos

En este virtual “último asalto”

A talar de un tajo el miembro necrosado

A poner el cuerpo vivo en el adorno

Y con las banderas de Alceo

Bagual/Calelián/Catriel/Calfucurá

Calfiao/Pincén

Molfinqueupú

Nauculeo/Namuncurá

Epumer y Baigorrita

En el frenesí del trazo

Cortar la tarde

Armar la bronca

Morir-matando


Hay una crispación de nervios

Que anticipa todo tiempo venturoso

Veo tu voz tensarse

Como la cuerda de un arco

"Ebria de ausencia, la vida es vasta...

Agua que parpadea"

Su tensar se acentúa

Con el temblor de los cobardes…


(De la “ira de los elementos”

Tal vez debería hablarte)

Pero debo aún arrastrar el cadáver

De quien me ha venido arrastrando

Hasta el borde mismo de este embudo

Que no se abisma

(Del agujero en ciernes)

De esta preciosa Mira

Que no quiere, todavía

Abrir sus ojos...


¿Un animal forzado a seguir amando?

¿A vivir para la muerte?

Contento de verme envejecido

Envejecer este poco más aún...

Hasta casi no poder arrastrarlo

(La Lepido Sirena sigue haciendo lentamente su trabajo)


Saturado de alabanzas y podrido en formas

Me maravillo:

Sea ya por su naturaleza / Haya sido por el huerto

(Por el orto, por el muerto)

¡Toda juventud que ríe es invencible!



LA HERENCIA



Deja que otros remos desordenen las aguas

Pronto la luna encenderá su lámpara

El timón lo llevará con gracia

Una jovencita que conoce el rumbo

Yo sé que un día ella

Escarbando con sus afilados instrumentos

Desentrañara cada una de las citas

Que enclavadas como gemas

En cada verso o polis derrrumbada

Profundamente en el olvido

Testimonian que una vez hubo una historia

De la que fuimos parte

Cuando el cambio o la mutación

Lo habrá destruido todo

El recuerdo de aquello que amé

Será para ella mi única herencia

Del resto se hará un gran cúmulo

Que devorarán las llamas

O cubrirá la vegetación invasora

Y en ese gran amasijo

Irredimible

De basura y escoria

Tal vez quedará

La entera porción de un resto

En el que lo Bello podrá

Por la mediación de un último poseído

Obtener su merecido

Reconocimiento



Eduardo Magoo Nico nació el 22 de marzo de 1956 en Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Publicó allí su primer libro de poemas, “La Polaca” (edic. Cronopio Azul, 1995), el relato “Resurrección” en el diario Perfil (Buenos Aires, 6/1/2008), y el libro de poemas “Puros por Cruza” (Editorial El fin de la noche, 2011). Víctima de la crisis económica que en el 2001 asola a la Argentina, se traslada a Trieste, Italia. En Italia ha publicado la fotonovela “Escuela de Sirenas” en el suplemento semanal de el diario Il Manifesto (Alias, 9/02/2002). En el 2012 es convocado por el Museo Nacional y Centro de Arte Reina Sofia de Madrid, para la muestra “Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina”, curada por Ana Longoni, como co-fundador del TiC (Taller de Investigaciones Cinematográficas) y su activismo político-cultural bajo la dictadura militar. Edita desde el 2005 su propio blog literario en la Web, Se escribe: Magoo (http://magoolefou.blogspot.com/) y el logomarca Julián Gayarre “en redes que no son de pesca” (Facebook), según su prologuista, el profesor e investigador en letras modernas de la Universidad de San Pablo (Brasil) Adrián Pablo Fanjul. Acaba de publicar su poemario “Servidumbres” (La Cartonera Edizioni, 2022, PDF).




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